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Nadie nace sabiéndolo todo, a veces pienso que lo único con lo que nacemos es con el instinto de supervivencia que nos hace buscar las formas de APRENDER a vivir en nuestro MUNDO.

Cuando conozco a un nuevo cliente que quiere llevar a cabo una idea, normalmente se repite un patrón de comportamiento, me  encuentro con varias características similares a la hora de hablarme de su proyecto. Por un lado la emoción que transmiten mientras me lo cuenta, sonrisas, miradas al cielo, momentos de pausa porque en esos momentos se les cruzan millones de ideas que están chocando unas con otras en sus cerebros.

Por otro lado cierta inseguridad,  normal y necesaria cuando emprendemos algo, porque eso nos hace estar más cerca del suelo y mantener  la guardia entre tanta emoción.

Otra sentimiento que suelen mostrar es el temor a no hacerlo bien, o a que les engañen.

A todos los que estáis aprendiendo, a todos los que queráis emprender, deciros que si no lo intentáis nunca lo sabréis, que como en la vida, tomaréis decisiones acertadas y otras equivocadas pero siempre aprenderéis algo.

Es normal sentir todas esas sensaciones y muchas más, mi consejo es que tengáis ILUSIÓN, PERSEVERANCIA y que de cada golpe aprendáis algo útil.


En otra publicación os hablaré de los pasos a seguir para ordenar la mente y conseguir ver con un poco más de objetividad vuestro proyecto!
A POR TODAS!
 
“La diferencia entre quién eres y quién quieres ser es LO QUE HACES”

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